Memoria de mis putas tristes

 Editorial Norma                                                            

 Gabriel García Márquez. 2004. 109 págs.

                  

                                                                     

Gabriel García Márquez, escritor de Memoria de mis putas tristes y ganador del premio Nobel de Literatura, por su Novela “Cien Años de Soledad” escrita en 1967, nació en Aracataca poblado de la hermana República de Colombia en 1927.

Expresó en una ocasión el autor que los relatos  fantasiosos contados por su abuela materna le sirvieron de fuente de inspiración para su creación literaria.

Memoria de mis putas tristes es una prosa no muy extensa, de expresión ligera, interesante,  y amena que en determinados momentos pone al lector a pensar, imaginar y sacar sus propias conclusiones, lo que le hace “engancharse” en la lectura del relato y podría decirse que hasta sentir cierta simpatía y compasión con el “enamorado a los noventa años”; quien cierra el último ciclo de su vida. 

A través de Memoria de mis putas tristes  Gabriel García Márquez,  a quien algunos críticos literarios le llaman también “Gabo”, acentúa con rasgos que definen el realismo mágico como recurso literario (mezcla del mundo real objetivo con el mundo de fantasía) acciones, eventos y relatos tan crudos; muertes trágicas, vidas miserables,  solitarias y desarticuladas y sexo mundano. Así, durante el relato el protagonista expresa “Nunca me he acostado con una mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convencía por la razón o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla…”

Este protagonista- y narrador en primera persona de quien se desconoce su nombre, representa inicialmente el perfil de un individuo no comprometido consigo mismo ni con su futuro; sin claridad del rumbo a llevar como tampoco de lo que quiere, hasta el momento en que cumple 90 años cuando desea conocer el “amor real” que nunca había buscado ni tenido. A partir de este momento el panorama y concepción de la vida; así como los hechos dan un giro en la novela pues él comienza a mirar, apreciar, describir y concebir la vida de otra  forma: más sensible,  humana, solidaria, en fin con más sentido…más real porque se da cuenta  que pasó gran parte de su vida y tiempo entre prostíbulos y putas donde el amor no existía por ningún lado y era sustituido por miseria, licor, lujuria, explotación, abusos… Podría decirse que su vida fue también de auténtico bohemio; conocedor de música, literatura y escritor de artículos en el periódico del pueblo El Diario de La Paz.

 Es así  como se empeña en hacer el amor con una virgen; la que consigue  es apenas una niña de tan solo 14 años: Delgadina, de quien se enamoró; le fue contactada por su vieja amiga y dueña de una casa clandestina: Rosa Cabarcas. “Hoy sé que no fue una alucinación, sino un milagro más  del primer amor de mi vida a los noventa años”. Así tardíamente.
En otro párrafo de la obra el personaje principal agrega: “Me volví de lágrima fácil. Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar, y pensé en renunciar al placer solitario de velar el sueño de Delgadina, no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin mi en el resto de mi vida.”
Cuando la naturaleza propia del ser humano o del hombre ya no da concesiones más que las propias de la ciencia, es cuando este hombre viene a conseguir el amor verdadero. De aquí que se entrelazan tres aspectos que hacen reflexionar en la forma como se presentan: amor, sexo y vejez.
Quienes han leído otras obras de Gabriel García Márquez podrán apreciar una vez más la calidad de ellas en Memoria de mis putas tristes. Es una  novela fácil y rápida de leer pero con gran riqueza expresiva que obliga a transferir el pensamiento y relacionarla con algunas acciones situaciones, descripciones y eventos de otras obras del autor. Para quienes no han leído esta ni otra obra del autor, se les recomienda. Les gustará e impresionará el estilo y temática del mismo.

Magalis  López de Valles

Junio, 2011